Las prensas térmicas, incluidas las calandras rollo a rollo, son cruciales para el acabado de textiles impresos. Las consideraciones clave a la hora de elegir una son la capacidad de mantener un calor y una presión constantes, la adecuación de la anchura a tu impresora y las características de seguridad. Optar por una máquina más robusta garantiza una mayor calidad y una vida útil más larga, lo que la convierte en una buena inversión a largo plazo.

En la actualidad, muchas aplicaciones dependen de la impresión con tintas al agua y algún tipo de prensa térmica para curar las tintas y terminar el trabajo. Normalmente nos centramos en las impresoras, pero estas prensas térmicas son igual de importantes para el resultado final y, por tanto, para la propuesta empresarial en su conjunto.

Hay varias opciones diferentes, dependiendo principalmente de las aplicaciones con las que quieras trabajar. Convertir transferencias de sublimación en textiles impresos, por ejemplo, requerirá normalmente un calendario de rollo a rollo. El proceso es bastante sencillo: pasa el rollo impreso de papel transfer junto con el rollo textil por el calendario y la combinación de calor y presión sublimará la imagen del papel al textil, garantizando una impresión duradera con buena resistencia al lavado.

Hay que tener en cuenta una serie de factores a la hora de elegir en qué calendario invertir. La mayoría de las prensas de calendarios utilizan dos tambores, uno para el calor y otro para la presión. La clave de estos dispositivos es la capacidad de mantener un calor y una presión constantes en toda la anchura, que es donde algunas de las máquinas más baratas pueden tener problemas. El tamaño de los tambores, junto con el grado de consistencia de su calor y presión, determinará la velocidad de producción.

Lo ideal es que el calendario pueda alcanzar hasta 200ºC para activar la sublimación en toda una gama de materiales y tintas. Algunos utilizan aceite para generar el calor, mientras que otros tienen un elemento calefactor en el centro del rodillo que funciona eléctricamente. El grado de control sobre el calor variará de un vendedor a otro, pero cuanto más control tengas, mejor, ya que demasiado calor dañará algunos materiales. Naturalmente, querrás que el calendario alcance la temperatura de funcionamiento lo antes posible, y que la mantenga entre un trabajo y otro.

Del mismo modo, también debes buscar algún tipo de control sobre la cantidad de presión, de modo que puedas establecer la presión adecuada para el material utilizado. Todas deben producir al menos 6 bares de presión para la sublimación. Algunas máquinas producirán más presión que otras. Klieverik y Monti Antonio, por ejemplo, venden calandras capaces de producir 8 bares de presión, necesarios para algunos usos, como el sistema de transferencia TraPis de Mimaki para tintas textiles pigmentadas.

Monti Antonio mostró esta prensa de calandria C03RP-1800. que se adapta al concepto Trapis.

Obviamente, la anchura debe coincidir con la anchura de los sustratos en los que vayas a imprimir. Hay razones para comprar un calendario un poco más grande si crees que vas a cambiar a una impresora más ancha. Esto sólo se aplica realmente si tienes una impresora de 1,1 m o 1,3 m de ancho, ya que muchas impresoras de sublimación de tinta suelen tener alrededor de 1,6 m de ancho, aunque algunos proveedores también venden máquinas de hasta 1,9 m de ancho. Cuanto más ancha sea la prensa de calandria, más costará, porque requerirá una ingeniería más pesada para mantener el calor y la presión en toda esa anchura. Esto es especialmente cierto en el caso de los calendarios más grandes, de 3,2 m de ancho.

Dicho esto, los requisitos básicos no cambiarán, por lo que estos dispositivos no quedarán obsoletos. Definitivamente, es mejor elegir la impresora de sublimación y el calendario juntos, pero cualquier distribuidor competente debería poder aconsejarte sobre el mejor ajuste entre estos aparatos. Cuanto más robusta sea la máquina, mejor será la calidad de las impresiones finales, lo que también garantizará que dure muchos años, así que lo mejor es elegir el tamaño adecuado tanto de la impresora como del calendario para empezar.

Puedes tener la tentación de utilizar un calentador de infrarrojos integrado en la prensa para curar la tinta en lugar de un calendario. Es una buena opción para gráficos de exposición, pero no produce la calidad que requieren muchas otras aplicaciones textiles, como prendas de vestir y muebles. Sólo una prensa térmica puede ofrecer la verdadera sublimación necesaria para crear los colores más vivos y la resistencia al lavado que esperan la mayoría de los consumidores.

La principal alternativa a un calendario de bobina es una prensa térmica plana, aunque está limitada a tamaños mucho más pequeños. Se utilizan mucho para aplicaciones directas a prenda y directas a película, así como para aplicaciones planas como baldosas de cerámica y paneles fotográficos. Pueden ofrecer un rendimiento de presión más constante, pero el calentamiento puede no estar distribuido uniformemente.

La sublimación también puede utilizarse para decorar otros objetos. Sin embargo, para ello necesitarás una prensa térmica diseñada para adaptarse a la forma de cada objeto en particular. El ejemplo más obvio son las tazas, en las que la prensa térmica vendrá con pinzas que se envuelven alrededor de la taza para crear el calor y la presión necesarios para sublimar la imagen del papel transfer a la taza. Lo ideal es que quieras una prensa que pueda ajustarse para sujetar distintos tamaños, y en la que la presión pueda ajustarse en función del objeto, como la taza o la cristalería. Dicho esto, la consideración más importante es la distribución uniforme de los elementos calefactores alrededor del objeto, ya que esto afectará a la longevidad de la impresión. Así que el truco está en tener cierta flexibilidad de tamaño, pero sin comprometer la distribución del calor ni el control de la presión.

La sublimación sólo es adecuada para el poliéster y sus mezclas. Para otros sustratos puede ser más adecuado un túnel de calor. Éstos proporcionan un buen secado completo y, en algunos casos, también curan las tintas, pero sin dañar el material.

Algunas tintas requieren más tiempo que otras, aunque las últimas tintas DtG curan muy rápidamente. Hay una gran variedad de tamaños, así que es cuestión de adaptar el calor y el tiempo de permanencia necesarios para las tintas al grado de productividad requerido. Pueden ser caros, pero un buen túnel de calor debería ser capaz de gestionar la producción de varias impresoras, mejorando enormemente la productividad global.

Este Kornit Titan es un sistema de curado inteligente capaz de gestionar la salida de hasta tres impresoras Atlas Max DtG.

Por último, cabe señalar que cualquier tipo de prensa térmica puede ser peligrosa, así que presta atención a la facilidad de uso en general, a lo intuitiva que sea, y asegúrate de que tenga sensores para el apagado automático y botones de parada al alcance de la mano. Todas estas características ayudarán a reducir el coste de formación de nuevos operarios, además de eliminar el riesgo de accidentes. En conclusión, estos aparatos durarán muchos años, por lo que, además del precio inicial, debes tener en cuenta el coste de funcionamiento. Por regla general, todo lo que implique calor supone un consumo de energía potencialmente elevado.