Hablamos con Deborah Corn sobre el compromiso de los jóvenes en la industria de la impresión, por qué confiamos más en la impresión en una cultura en la que prima lo digital, y por qué las mujeres en la impresión son una poderosa fuerza para el cambio.

Deborah Corn es Embajadora Intergaláctica del Printerverse, Directora Ejecutiva de Girls Who Print, presentadora de Podcasts from The Printerverse y fundadora de PrintFM Radio, Project Peacock y el Día Internacional de la Impresión.

En su presentación de principios de año en la Conferencia SmartHub de la Experiencia de Personalización, Deborah Corn habló mucho de la confianza que necesita el comercio -convertir una compra en una relación- y de cómo la personalización se nutre de esta confianza en la impresión. En un mundo online plagado de spam y phishing, la impresión elude el miedo que todos tenemos a hacer clic en el enlace equivocado.

Deborah, ¿cómo puede mantenerse esta confianza de los clientes en la impresión a medida que evolucionan los usos más inteligentes y mejores de la impresión digital?

Como cualquier cosa, la confianza se incrementa gradualmente cumpliendo las promesas, las expectativas y la autenticidad, y el significado para la persona que toma la decisión de confiar. A medida que la impresión digital se hace más inteligente, se trata de utilizar esas herramientas de forma responsable. Por ejemplo, la personalización predictiva, como informar a los clientes de la proximidad de una venta de temporada; las señales emocionales, como una tarjeta de agradecimiento impresa con fuentes manuscritas y acabados suaves al tacto; y el diseño autogenerado, como los diseños que adaptan los colores o las imágenes a los intereses del destinatario.

La impresión digital permite este tipo de marketing basado en datos, convirtiendo los comportamientos y la información de los clientes en experiencias tangibles y personales que resultan seguras, intencionadas y humanas.

¿Qué otras ventajas tiene la impresión en una cultura en la que prima lo digital?

La impresión tiene ventajas reales en una cultura que da prioridad a lo digital. Es tangible, algo que la gente puede sostener, sentir e incluso tener cerca, lo que da a los mensajes más poder de permanencia que lo digital. También aporta credibilidad.

La impresión parece más segura y auténtica. Ralentiza a la gente, por lo que el contenido recibe más atención. Y en el marketing omnicanal, la impresión eleva sistemáticamente los resultados…

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