
La norma ISO 20690 ayuda a determinar el consumo energético de las prensas digitales y simplifica el proceso de comparación de los costes de funcionamiento, incluida su huella de carbono.
Hoy en día, los compradores de equipos tienden a tomar sus decisiones de inversión basándose en numerosos criterios, que pueden incluir los gastos mensuales del servicio, el coste del capital, el coste financiero, los costes de los consumibles, el soporte y el espacio. Además, los compradores intentan tener en cuenta, si es posible, el coste energético de un equipo.
Recientemente, ISO junto con FOGRA, el Instituto Alemán de Investigación de Tecnologías Mediáticas y Ricoh Europa, uno de los entusiastas de la sostenibilidad más activos de la industria gráfica, han completado una nueva norma que lo hace posible.
La norma ISO 20690 ayuda a perfeccionar el método para determinar el consumo de energía de las prensas digitales, y al hacerlo simplifica el proceso de comparación de los costes de funcionamiento de estos dispositivos, incluida su huella de carbono. Esta nueva norma puede describirse como un socio natural de la ISO 16759, que se desarrolló originalmente en el mismo comité ISO que la ISO 20690. La ISO 16759 se centraba en la cuantificación y la comunicación para calcular la huella de carbono de los productos de medios impresos.
El cálculo del consumo de energía suele determinarse en función de la carga conectada de un aparato, que es la carga total medida en vatios de los componentes que están conectados al sistema de suministro eléctrico de una máquina. Esto incluye también las luces de encendido/apagado, los paneles de interfaz, los ordenadores de a bordo y otros elementos que, a su vez, se incluyen en un cálculo energético aunque no estén funcionando. Por tanto, un cálculo de carga conectada no es específicamente preciso.
En comparación, la norma ISO 20690 adopta un enfoque diferente, según el cual los cálculos se basan en la cantidad real de carga eléctrica de un circuito eléctrico. Utilizando esta nueva norma, los propietarios y fabricantes pueden determinar con precisión la energía real de una impresora digital, lo que facilita mucho la comparación de las huellas energéticas de distintos dispositivos de impresión digital. El Director de Producto, Jonny Dörig, de Gallus Ferd, un proveedor suizo de etiquetas e impresión, ha implantado la ISO 20690 y ha comentado que «nos ha permitido captar de forma sencilla y rápida la eficiencia energética de nuestro sistema de impresión.»
La norma ISO 20690 está pensada para ser utilizada en sistemas de impresión digital diseñados para ejecutar un único trabajo durante un largo periodo de tiempo, lo que es especialmente significativo para los sistemas de impresión transaccional y de libros. Sus requisitos se establecen calculando los kilovatios hora necesarios para imprimir 1000 hojas A4, utilizando una hoja de prueba estándar. Siguiendo los requisitos de este nuevo documento, se espera que los costes de funcionamiento sean más precisos y que esta información ayude a planificar las inversiones. Además, los fabricantes dispondrán de cifras de referencia que podrán utilizar para comparar el uso energético de las nuevas tecnologías. La norma ISO 20690 también será ventajosa en lugares como Alemania, donde existen subvenciones para las empresas que inviertan en equipos más eficientes energéticamente.
Fuente: Este artículo ha sido elaborado por el proyecto Verdigris, una iniciativa del sector destinada a concienciar sobre el impacto medioambiental positivo de la impresión. Este comentario ayuda a las empresas de impresión a mantenerse al día de las normas medioambientales y de cómo una gestión empresarial respetuosa con el medio ambiente puede contribuir a mejorar sus resultados. Verdigris cuenta con el apoyo de las siguientes empresas: Agfa Graphics, Spindrift.click, EFI, FESPA, HP, Kodak, Kornit Digital, Ricoh, Splash PR, Unity Publishing y Xeikon.