Nessan Cleary nos explica cómo los fabricantes de prensas ofrecen cada vez más servicios de análisis de máquinas y nos dice si son rentables en el sector del gran formato.

Desde principios de este siglo hemos asistido a una tendencia creciente de los fabricantes de prensas a recopilar información sobre el funcionamiento de sus prensas, en un intento de comprender mejor los problemas que puedan surgir. El resultado es que la mayoría de las prensas de impresión modernas están repletas de sensores e incluso cámaras que pueden registrar muchos aspectos diferentes del funcionamiento de esas prensas. Los fabricantes de prensas pueden utilizar esta información para mejorar el diseño de sus máquinas, así como para predecir las tasas de fallo de componentes individuales.

Esto, a su vez, les ha permitido ofrecer diagnósticos remotos y paquetes de servicios adaptados a máquinas y clientes concretos. Sin embargo, esta misma información también es útil para las imprentas y puede permitirles comprender sus costes de funcionamiento y planificar sus rutinas de mantenimiento, así como darles un conocimiento más profundo de cómo se utilizan sus prensas y si realmente están aportando todo su valor al negocio.

Esta información puede incluir cosas relativamente sencillas, como cuánta tinta consume cada trabajo o cuánto tiempo se tarda en imprimir determinados trabajos, lo que resulta útil para fijar precios. Actualmente, la mayoría de las impresoras también pueden registrar detalles sobre el rendimiento de determinados componentes, como los cabezales de impresión, o el número de horas de uso de elementos como las lámparas LED o las bombas de vacío, que pueden compararse con su vida útil prevista. Estos datos también pueden dar una idea de la eficiencia de cada operario y señalar cuellos de botella en el flujo de trabajo de producción.

Esto plantea dos preguntas obvias: ¿cómo acceder a estos datos y cómo darles sentido? El acceso a los datos depende de los fabricantes de los equipos y de cuántos datos estén dispuestos a exponer a sus clientes. A este respecto, los impresores comerciales se encuentran en una posición más fuerte gracias a la adopción generalizada del JDF, que ha supuesto que todo el equipo utilizado habitualmente, desde la preimpresión hasta las prensas y el equipo de acabado, tuviera que recopilar mucha información sobre el estado de funcionamiento de la máquina.

Esto es mucho menos habitual en el sector del gran formato, aunque la mayoría de las impresoras más grandes registran ahora muchos datos. Pero otros artículos, como las mesas de corte o las prensas térmicas de sublimación, suelen registrar mucha menos información. No hay una norma establecida, por lo que algunos fabricantes pueden registrar muchos más detalles que otros, y no todos los fabricantes están dispuestos a dar a sus clientes libre acceso a todos estos datos.

La otra cuestión es cómo utilizar los datos, que probablemente comiencen como un largo flujo de señales de la máquina. Desglosar estos datos en parámetros útiles que puedan comprenderse fácilmente es sólo la mitad de la batalla. Para que esos datos sean realmente útiles, es necesario evaluarlos continuamente para ver los cambios en el rendimiento de la máquina y detectar posibles problemas antes de que se conviertan en una crisis. Además, toda esta información continua debe presentarse de forma fácilmente digerible para que los operarios y los jefes de producción puedan reaccionar ante esos datos y tomar medidas para evitar que los problemas se les vayan de las manos.

Por ahora, hay dos formas de hacerlo. La primera consiste en agrupar todos los datos disponibles en un sistema de información de gestión o SIG. Puede ser una forma muy eficaz de obtener una visión global del funcionamiento de una empresa. Pero normalmente se hace hincapié en la forma en que encajan todas las partes e identificar dónde no encajan del todo. La capacidad de profundizar en las minucias de las máquinas individuales depende en gran medida del SIG y de cualquier implementación concreta, así como de la forma en que se haya adaptado.

Cada vez vemos surgir una segunda opción, a medida que más fabricantes de impresoras empiezan a vender servicios de análisis de datos a sus clientes. Estos servicios suelen venderse para ayudar a los clientes a comprender cómo pueden sacar más partido a sus impresoras, que probablemente sean sus activos más caros. Esto es más habitual en el mundo de la impresión comercial, pero el desarrollo de las prensas de inyección de tinta de una sola pasada, sobre todo para envases, también ha llevado a muchos fabricantes de prensas digitales a invertir en esta tecnología, que ahora está llegando al mercado del gran formato.

Fiery ha desarrollado Fiery IQ, que ofrece análisis para las impresoras de gran formato de EFI.

Crédito de la imagen: Nessan Cleary.

Fiery, por ejemplo, que ahora es una empresa separada de EFI, ha desarrollado Fiery IQ como un conjunto de herramientas basadas en la nube que prometen dar a los proveedores de servicios de impresión una mejor comprensión de su funcionamiento. Estas herramientas incluyen un Panel, con una visión general del estado actual de las impresoras de cada cliente, además de Insight para comparar tendencias históricas, Notify para enviar alertas y Go, que envía datos de seguimiento de la producción a un dispositivo móvil. Es compatible con casi toda la gama reciente de impresoras de gran formato de EFI, incluida la Nozomi, y se puede acceder a ella a través de un navegador web en Windows o Mac.

Durst vende software de análisis como parte de su oferta global de software, que también incluye el MIS Lift, así como programas Web-to-Print y de flujo de trabajo de producción. Durst Analytics es un sistema basado en la nube que ofrece a los usuarios datos de todas las impresoras Durst que utilizan en una sola pantalla, incluidas las de gran formato, así como las de etiquetas y envases. Incluye datos en tiempo real, históricos y comparativos, y puede supervisar impresoras desatendidas.

El software Analytics de Durst también está disponible para los clientes de su filial Vanguard.

Crédito de la imagen: Nessan Cleary

Los datos de estos programas de análisis también se pueden exportar a un MIS para combinarlos con los datos generales del resto de la empresa. Sin embargo, estas ofertas analíticas no deben considerarse una alternativa a un SIG, ya que sólo cubren impresoras concretas y no toda la gama de equipos con los que puede conectarse un SIG.

En última instancia, el valor de estos servicios analíticos para cada proveedor de servicios de impresión dependerá de lo vitales que sean esas máquinas para su negocio. Para alguien con una sola impresora, o una flota de máquinas del mismo fabricante, la eficiencia obtenida del servicio de análisis puede justificar los costes. Pero muchas imprentas prefieren adquirir equipos de distintos proveedores, y muchas tienen también otros tipos de impresoras, como offset y prensas de etiquetas. Parte de la información de estos servicios analíticos, como el ahorro de tinta, puede hacerse desde un programa de gestión del color, mientras que un MIS también puede dar una buena visión global de las eficiencias en torno a máquinas concretas.