La tinta contribuye sólo en una cantidad minúscula a la huella de carbono global del material impreso. Pero su uso, desarrollo, fabricación y retirada para el reciclado de sustratos puede tener un impacto sustancial.

La parte del uso es especialmente importante, ya que puede afectar a la salud de los operarios e influir en otros aspectos de la huella energética de la producción, como el curado y el secado.

Según la Federación Europea de Tintas de Impresión, se utilizan más de un millón de recetas de tinta diferentes en toda la gama de aplicaciones en las que interviene la tinta. Los fabricantes ofrecen diferentes fórmulas adaptadas a los distintos métodos de impresión y, en la impresión digital, los juegos de tintas pueden diferir de un aparato a otro. Los fabricantes deben equilibrar el rendimiento con el coste y las consideraciones medioambientales e, idealmente, obtener algún tipo de certificación de las credenciales de la tinta y de las afirmaciones del fabricante. Las certificaciones de este tipo más populares y respetadas son los premios Greenguard y Greenguard Gold, y conseguirlas puede ampliar el ámbito de aplicaciones de un determinado sistema de impresión.

Las certificaciones Greenguard pretenden garantizar que los materiales y productos utilizados en interiores son seguros en lo que respecta a sus emisiones químicas. Las certificaciones Greenguard Gold exigen el cumplimiento de objetivos aún más estrictos y criterios de seguridad adicionales, incluidas limitaciones para más de 360 compuestos orgánicos volátiles (COV) y requisitos de emisión de COV agregados más bajos. Destinados a proporcionar salvaguardias adicionales para niños y ancianos, los sistemas Greenguard Gold también tienen en cuenta cómo interactúan los COV de un producto.

Ambas certificaciones Greenguard confirman que los productos impresos utilizados para espacios interiores de viviendas, hospitales y escuelas son seguros, y que no suponen ningún riesgo para la salud humana. Para una empresa de impresión, esto aumenta potencialmente la ventaja competitiva, y para sus clientes ofrece cierta tranquilidad de que los materiales impresos no envenenarán a sus clientes, pacientes o niños.

Estas normas son importantes para los fabricantes de sistemas de impresión y de tintas, por lo que es alentador que cada vez más empresas se esfuercen por obtener la certificación de sus tintas. Fujifilm ha estado a la vanguardia de este esfuerzo junto con HP, pero otras empresas también están certificando sus tintas. Tanto Mutoh como SwissQPrint anunciaron recientemente que todas sus tintas estándar tienen ahora la certificación Greenguard o Greenguard Gold. Y Agfa también ha conseguido esta certificación para sus juegos de tintas LED UV para las prensas digitales de gran formato JETI y Anapurna.

Podemos esperar más anuncios de este tipo a medida que los fabricantes empiecen a prestar más atención a las posibles aplicaciones de sus máquinas en la producción de interiores impresos. Es de esperar que éste sea uno de los temas principales de la sección de Interiores Impresos de FESPA, Printeriors, en la edición del año que viene en Madrid (del 24 al 27 de marzo de 2020).

Fuente de información: Este artículo ha sido elaborado por el Proyecto Verdigris, una iniciativa del sector destinada a concienciar sobre el impacto medioambiental positivo de la impresión. Este comentario semanal ayuda a las empresas de impresión a mantenerse al día de las normas medioambientales y de cómo una gestión empresarial respetuosa con el medio ambiente puede contribuir a mejorar sus resultados. Verdigris cuenta con el apoyo de las siguientes empresas: Agfa Graphics, EFI, Fespa, Fujifilm, HP, Kodak, Miraclon, Ricoh, Spindrift, Splash PR, Unity Publishing y Xeikon.