
En 2020, se calcula que la producción mundial de fibra habrá aumentado a unos 110 millones de toneladas, según la Bolsa Textil, un grupo de investigación que fomenta la sostenibilidad. Eso indica que casi se ha duplicado el tamaño del mercado de fibras textiles desde 2009.
Se calcula que el consumo mundial de ropa oscila entre 80 y 150 millones de prendas al año, de las cuales, por cada cinco prendas producidas, tres van a parar a un vertedero donde las fibras sintéticas permanecen cientos de años, filtrando microfibras a la superficie terrestre y a nuestra atmósfera a medida que se degradan. Necesitamos urgentemente repensar y rediseñar las fibras básicas que consumimos en masa.
Los materiales sostenibles y de origen responsable siguen escaseando en todo el mundo, y la industria textil todavía no puede generar (o reciclar) el volumen que necesita la cadena de suministro mundial en múltiples sectores del mercado. Aunque la industria de la moda está a menudo en el punto de mira, todos los textiles deben convertirse en circulares a largo plazo. Ahora debemos confiar en la ciencia para que aporte una solución. En el mundo de las alternativas de base biológica, el interés por la investigación y el desarrollo es cada vez mayor, y a medida que crece la crisis climática, se buscan urgentemente soluciones a dos problemas principales:
En primer lugar, a descubrir nuevas materias primas que sean renovables y no estén sujetas ni a la agricultura intensiva ni al agotamiento de recursos finitos. Y en segundo lugar, a producir nuevas materias primas para la producción textil que sean biodegradables y no contribuyan a las montañas de residuos que se acumulan de las industrias textil, de la moda y de la decoración, en constante expansión.
Materias primas renovables
La búsqueda de materias primas ecológicas tiene dos ramas distintas: la sustitución de componentes celulósicos tradicionales, como el algodón y la seda, y la sustitución de materias primas de polímeros orgánicos para la producción sostenible de poliéster.
En cuanto a la sustitución tradicional de la celulosa, se han producido avances considerables con la introducción de numerosas soluciones biodegradables: la ciencia sigue ganando terreno en este lucrativo mercado de materiales.
A continuación detallamos algunos de los nuevos productos que se ofrecen ahora, algunos se expandirán y dominarán mercados y aplicaciones específicos, otros se desvanecerán. Pero lo más importante es su aparición y la expansión de su producción y disponibilidad generalizada a medida que aumente su adopción.
Fibras de plátano: Bananatex® es el primer tejido técnico duradero del mundo fabricado puramente a partir de las plantas de plátano Abacá cultivadas de forma natural. Cultivada en las tierras altas de Filipinas dentro de un ecosistema natural de agricultura y silvicultura mixtas sostenibles, la planta es autosuficiente, no necesita pesticidas, fertilizantes ni agua adicional.
Fibras de algas marinas: Keel.Labs (antes AlgiKnit) cree que las fibras a base de algas marinas pueden cambiar drásticamente el impacto medioambiental de la moda, ofreciendo un material no tóxico y neutro en carbono, que es a la vez muy versátil y sostenible. El alga kelp es un alga de gran tamaño que crece abundantemente en densos bosques submarinos cercanos a la costa. AlgiKnit procesa las algas kelp, uno de los organismos de más rápido crecimiento y más renovables de la Tierra, en tejidos funcionales que pueden utilizarse para prendas de vestir, accesorios y calzado.
Nettle Circle proporciona una fibra natural regenerativa sostenible que es versátil, de alto rendimiento, circular y ahora trazable con la tecnología de marcado Haelixa desde la corteza hasta el producto de consumo final. Esta fibra natural de nueva generación crece salvajemente y puede cultivarse con una huella ecológica marginal.
La Fibra de Proteína de Soja procede de la pulpa de soja, que es una parte insoluble de la soja y un subproducto de la producción de tofu y leche de soja, por lo que es respetuosa con el medio ambiente y biodegradable. Conocida como Seda de Soja, es lisa y suave, crea un tejido delicado que absorbe y libera la humedad muy rápidamente. Es resistente al encogimiento y a las arrugas, con propiedades antibacterianas, y a menudo se mezcla con otras fibras para aumentar su caída y resistencia.
Los tejidos de bambú, de los que China es el mayor productor, son ecológicos, sostenibles y de origen responsable. La planta del bambú crece rápidamente sin utilizar pesticidas, agua excesiva ni cuidados. El bambú se regenera rápidamente e incluso limpia el aire mientras crece. Las fibras de bambú se fabrican manipulando las hojas hasta que se separan en finos hilos, que luego se hilan para tejer telas. El bambú es el miembro más grande de la familia de las gramíneas, y crece hasta 35 m de altura. Es la planta leñosa de crecimiento más rápido del mundo. Este rápido ritmo de crecimiento y el hecho de que el bambú pueda crecer en distintos climas hacen de la planta del bambú un recurso sostenible y versátil.
Centrándonos en el poliéster, ¿cuáles son las novedades más destacadas? Se han producido avances sustanciales en el desarrollo de materias primas poliméricas renovables y biodegradables para la producción de fibras de poliéster circulares o alternativas.
Materias primas de polímeros orgánicos
Los polímeros orgánicos son una fuente importante de poliésteres biodegradables y renovables, y ahora se están desarrollando intensamente en todo el mundo. Consideramos algunas de estas innovaciones como se detalla a continuación:
El PLA (ácido poli láctico) es un polímero de base biológica, reciclable y biodegradable fabricado a partir de recursos renovables anualmente, que ofrece una huella de carbono reducida frente a los plásticos tradicionales. TotalEnergies Corbion, con sede en Holanda, explota una planta de producción de PLA de 75.000 toneladas anuales en Rayong (Tailandia), y recientemente ha anunciado su intención de construir una segunda planta en Grandpuits (Francia).
El succinato de polibutileno PBS puede producirse combinando varios monómeros (componentes básicos del material) procedentes de fuentes vegetales renovables, en lugar de combustibles fósiles, gracias a los recientes avances en biotecnología. Por tanto, en lugar de petróleo, Kintra se abastece de azúcar derivado del maíz y el trigo para producir sus resinas y fibras, que se someten a un proceso de hilado por fusión similar al del poliéster, el nailon y otros materiales sintéticos. Proporcionan un aspecto, un tacto y un rendimiento comparables sin contribuir al problema de la contaminación por microplásticos.
Nuevos avances para el reciclaje y la economía circular
La comunidad de fabricantes de fibras persigue cada vez más una economía circular con bajas emisiones de carbono, a medida que la innovación y las inversiones institucionales serias siguen impulsando la agenda. En resumen, señalamos algunos de los avances e innovaciones más recientes en el ámbito del reciclaje.
Reciclaje de PET: La empresa química surcoreana SK Geo Centric (SKGC) se ha asociado con SUEZ y Loop Industries para construir una planta de tereftalato de polietileno (PET) reciclado en Europa. La planta de la empresa conjunta producirá 70.000 millones de toneladas de plástico PET y fibra de poliéster de calidad virgen y totalmente reciclados para el mercado europeo.
Circulose: Renewcell es una empresa sueca de reciclaje textil de rápido crecimiento que cuenta con una tecnología única y un equipo de personas de talla mundial con la misión de cambiar a mejor la industria textil mundial. Tienen previsto reciclar el equivalente a más de 1.400 millones de camisetas al año de aquí a 2030. Su producto se llama Circulose®, y lo fabrican con un 100% de residuos textiles. Las marcas lo utilizan para sustituir materias primas de alto impacto, como el petróleo fósil y el algodón, en sus productos textiles.
Tecnologías Avanzadas de Reciclaje Circular de Eastman: Eastman planea invertir hasta 1.000 millones de dólares en una instalación de reciclaje molecular de material a material en Francia que utilizaría la tecnología de renovación de poliéster de Eastman para reciclar hasta 160.000 toneladas anuales de residuos plásticos difíciles de reciclar que actualmente se incineran.
MyReplast™ Upcycling: MyReplast Industries es una empresa del Grupo Maire Tecnimont, controlada por NextChem y situada dentro del clúster «Economía Circular» de la hoja de ruta para la transición energética. Operando en el reciclaje de residuos plásticos, la empresa utiliza una tecnología propiedad del grupo capaz de separar y luego combinar los distintos polímeros presentes en los residuos. Separando los polímeros, mediante una fase de selección óptica (por polímero y por color) seguida de una etapa de composición, para producir gránulos de alta calidad que pueden sustituir al plástico virgen en diversos ámbitos de aplicación.
Ingeniería enzimática: La tecnología de Protein Evolution prueba, evalúa y mapea iterativamente decenas de millones de enzimas únicas para identificar la forma más eficaz de reciclar materiales de desecho y convertirlos en productos químicos reutilizables. Este enfoque contribuirá a descarbonizar la industria y tendrá un impacto significativo en la bioeconomía emergente, ya que las empresas, las comunidades y los gobiernos están obligados a cumplir los objetivos mundiales de sostenibilidad en los próximos años. El equipo de Evolución Proteica trabaja en colaboración con investigadores preeminentes que están ampliando los límites de la ingeniería de proteínas y la innovación de materiales. El equipo espera lanzar su primera asociación comercial a finales de 2022, abordando las necesidades de las marcas de consumo mundiales que buscan reciclar y transformar los textiles y los residuos plásticos mixtos.
La biosolución para un mundo mejor
Desde el punto de vista de las industrias de la Decoración y la Moda, el panorama del esfuerzo, la innovación y la inversión en tecnologías renovables es realmente impresionante y ha registrado notables avances en muy poco tiempo.
Con un tiempo limitado para responder, a medida que se agotan las opciones para nuestro planeta, no faltan actores e inversores dispuestos a asumir un papel. Se trata de una industria emergente multimillonaria y ofrece, tanto al planeta como al inversor, una recompensa significativa.
Las alternativas de base biológica al Armagedón de los combustibles fósiles ofrecen la perspectiva de un verdadero camino a seguir para la industria textil. Los importantes avances ecológicos, desde las enzimas hasta las materias primas vegetales, señalan un nuevo panorama para la ciencia de los materiales y los textiles que consumimos. Lo que, a su vez, también cambiará las tecnologías y la química que utilizamos para imprimir sobre ellos.
Es un momento emocionante para nuestra industria, y esperamos ser testigos de cambios significativos para bien en los próximos años.
Contenido colaborativo publicado en colaboración con Texintel: https://www.texintel.com/blog/the-rise-of-biodiversity-and-biomaterial-science-for-the-textile-industry
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