¿Dónde estamos hoy? Eficiencia energética en la industria del gran formato

El cambio climático sigue siendo un problema, muchos gobiernos europeos están cambiando sus leyes para ayudar a reducir su impacto medioambiental. Esto ha provocado un aumento de los precios de la electricidad. Muchos impresores buscan ahora que sus equipos sean eficientes energéticamente antes de comprarlos.

En abril de 2021, en muchos países europeos la gente estaba muy preocupada por la actual Crisis Sanitaria. El Parlamento de la Unión Europea anunció el objetivo de reducir las emisiones de carbono en al menos un 55% para 2030. Debido a estos cambios, ha surgido la necesidad de que los equipos y la maquinaria de todas las industrias sean eficientes desde el punto de vista energético, ya que los costes de la energía se encarecerán debido al Coste Total de Propiedad (CTP).

Pero, ¿cómo pueden determinar los impresores qué impresoras de gran formato y otras máquinas son eficientes energéticamente? La eficiencia energética es el objetivo de reducir la cantidad de energía necesaria para proporcionar determinadas cantidades de productos y servicios. Pero para ello es importante medir los hechos de forma justa e imparcial.

Para las impresoras digitales, ya existen dos normas ISO:

• La ISO 21632 está pensada para máquinas que tienen pocos periodos de transición energética. Lo que significa que las impresoras con modos distintos al modo de impresión de producción contribuyen significativamente al consumo total de energía. Puede utilizarse para comparar configuraciones de máquina desde la mejor calidad hasta el modo más rápido de alta productividad.
• La norma ISO 20690 está pensada para dispositivos digitales de modo múltiple que suelen trabajar tiradas más largas, ya que las paradas y arranques siempre provocan un consumo de energía considerable. Describe un método normalizado para estimar la eficiencia energética de cualquier máquina de impresión digital de producción profesional.

Hay otros fabricantes de etiquetas que promocionan su maquinaria como energéticamente eficiente. Energy Star, Blauer Engel o RAL-UZ 122 son algunas de las más reconocidas. Bastantes fabricantes de impresoras líderes del mercado, como Canon / Océ, Epson, HP, Konica-Minolta, Mimaki, OKI y Xerox, ofrecen impresoras con la certificación Energy Star de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. (EPA).

La eficiencia energética de la impresora es sólo un primer paso

Las impresoras digitales son muy diversas y abarcan desde pequeños dispositivos de impresión Fine Art hasta equipos para departamentos de impresión internos e impresión digital de producción, pasando por el formato (súper) ancho y la inyección de tinta industrial.

A diferencia de la mayoría de las aplicaciones comerciales de impresión analógica, muchos trabajos de impresión digital estándar también requieren una amplia gama de procesos de preproducción y posproducción, por lo que necesitan más maquinaria, como secadoras, calandras y laminadoras, para crear un producto vendible.

Además, en comparación con sus homólogas analógicas, las impresoras digitales requieren unas condiciones ambientales muy estables, el rango de temperatura suele oscilar entre 18 y unos 30 grados centígrados. En la mayoría de las zonas climáticas, esto significa la necesidad de aire acondicionado y/o calefacción, lo que aumenta el consumo total de energía.

¿Se puede comparar realmente la eficiencia energética de las impresoras hoy en día?

Hasta ahora, la norma ISO 20690 no ha sido ampliamente adoptada por el sector, ya que Swissqprint es el único fabricante importante que certifica toda su gama conforme a esta norma. Sus impresoras Nyala, Karibu, Oryx e Impala funcionan con tecnología UV-LED.

Debido a los requisitos técnicos, las tintas Látex y las de base acuosa suelen requerir niveles de energía más elevados que las UV-LED, debido a la gran cantidad de agua utilizada en esas tintas. Las tintas tienen que secarse inmediatamente para que las impresiones sean utilizables.

Sin embargo, la impresión digital textil tiene sus complicaciones. La última tecnología de tintas pigmentadas no requiere sublimación, lavado ni secado. Algunos ejemplos son Kornit Digital o EFi Reggiani, que consiguen resultados de impresión bellos y duraderos en casi cualquier fibra, artificial o natural. En comparación con la serigrafía tradicional sobre textiles, todo el proceso es, por tanto, mucho más eficiente desde el punto de vista energético, y además requiere menos agua y productos químicos.

¿Qué debe hacer una imprenta?

La demanda de impresoras energéticamente eficientes por parte de los clientes ya es bastante considerable. Como muchos otros clientes, los impresores pretenden proteger el planeta con su decisión de compra. Además, la necesidad de equipos energéticamente eficientes está impulsada por un crecimiento ya sustancial del coste de la energía. Muchos países europeos ya han decidido aumentar aún más el coste de la energía mediante impuestos y medidas de compensación de CO2 en los próximos años.

Parece evidente que la posibilidad de comparar fácilmente los niveles de eficiencia energética ayudará a los impresores a tomar decisiones de compra más informadas y respetuosas con el planeta. Sin embargo, las normas ISO 21632 e ISO 20690 no parecen haber tenido todavía un gran impacto en la situación, ya que la adopción general es lenta.

Algunas de las etiquetas de eficiencia energética de la competencia no están tan afinadas para la producción digital o la impresión de gran formato como la ISO 21632 y la ISO 20690. La sección «Equipos de impresión de imágenes» de Energy Star abarca impresoras, escáneres y dispositivos multifunción. En sus páginas de orientación para la compra, Energy Star se centra sobre todo en la configuración del modo de reposo, que es claramente más importante para los equipos de oficina que para los de producción.

Esta situación dificulta que los impresores puedan comparar realmente la eficiencia energética entre impresoras. Es importante tener en cuenta todo el proceso de producción y no sólo el equipo de impresión. Los impresores deben seguir presionando a los proveedores para que hagan más por permitirles comparar los niveles de eficiencia energética como parte de una decisión de compra respetuosa con el planeta.