
Laurel Brunner habla de la importancia de difundir el mensaje de sostenibilidad en la industria gráfica. Los miembros de la industria de la impresión pueden conseguirlo cumpliendo las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Lo hemos oído de grupos ecologistas, marcas, asociaciones de consumidores, gobiernos y, últimamente, empresas de tarjetas de crédito. Todas ellas están haciendo un magnífico trabajo al subrayar la importancia de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) mediante la reducción de los impactos medioambientales. Sin embargo, se podría hacer mucho más. Existe una gran oportunidad para que las asociaciones del sector hagan suyo el mantra y proporcionen directrices a sus miembros.
Las asociaciones de la industria gráfica, las asociaciones de editores, las asociaciones de autores y periodistas, etc., deberían contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente. Sin embargo, sólo unas pocas tienen algún tipo de política medioambiental coherente en relación con el apoyo a los esfuerzos de sus miembros por ser más «verdes». Buscando en sitios online he encontrado algunos intentos superficiales, pero es evidente que numerosas asociaciones del sector, salvo los mercados de la prensa y la edición de libros, tienen alguna idea u orientación para sus miembros. De hecho, parece que no tienen ni idea.
Es importante disponer de declaraciones políticas específicas para gestionar la sostenibilidad y los impactos medioambientales. Deben abarcar preocupaciones compartidas, adaptadas para que sean significativas para los distintos intereses de los miembros. Todas estas declaraciones políticas deben incluir una lista de control medioambiental y ofrecer un punto de partida sensato sobre cómo reducir los impactos medioambientales negativos. Tampoco estaría de más proporcionar información básica.
Mejorar la gestión de residuos en toda la cadena de suministro debe ser una prioridad, con sugerencias sobre cómo cumplir las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar para ayudar a reducir los residuos. Por ejemplo, para los periódicos impresos hay varias opciones, como forrar las bandejas de arena para gatos, empapelar una pared con las portadas favoritas, embalar el material precioso para almacenarlo y transportarlo, compostarlo, aislarlo y mucho más. En cuanto a los libros, se aplica la misma idea, pero con un contenido menos perecedero también puedes centrarte en la reutilización. Comparte libros con amigos, dónalos a escuelas, residencias, hospitales, deja algunos en las estaciones de tren y autobús para que los viajeros aburridos pasen el tiempo. Los libros pueden incluso convertirse en esculturas u otra forma de expresión artística.
El punto clave es que las asociaciones de la industria gráfica y sus cadenas de suministro deben tomar la iniciativa, compartir ideas y animar a sus miembros a asumir la responsabilidad de mejorar el impacto medioambiental de la impresión. La diferencia podría ser enorme y podría animar a más gente a utilizar la impresión frente a los medios electrónicos. Saber que utilizas un canal sostenible puede marcar una diferencia significativa en la forma de invertir en conocimiento y entretenimiento. Empieza con las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar.