Hay una serie de problemas comunes que ponen en aprietos al impresor serigráfico, pero detectarlos puede reducir los trabajos estropeados y mejorar los márgenes de beneficio.

El concepto básico de la serigrafía es bastante sencillo: se reproduce una imagen como una plantilla independiente para cada uno de los colores que la componen y se impone sobre una pantalla de malla para que la tinta pueda moverse a través de la pantalla y reproducir la imagen sobre un sustrato. Hay algunas variaciones entre las prensas lineales y las rotativas y en los sustratos, desde prendas de vestir hasta metales, pero el proceso básico sigue siendo el mismo.

Nota técnica: La racleta pone en contacto la parte inferior del tejido de la pantalla con el soporte y la tinta se transfiere por absorción y acción capilar. El grosor del depósito de tinta está controlado por el grosor de la inundación y por el número y tamaño de hilo del tejido de la pantalla.

Independientemente de la aplicación, hay una enorme variedad de sistemas diferentes, desde máquinas manuales más baratas hasta modelos semiautomatizados, pero en general la serigrafía es un negocio bastante hábil, por lo que inevitablemente surgirán errores. Los problemas pueden estropear trabajos y desperdiciar sustratos, lo que llevará tiempo arreglar y hará que los trabajos individuales y el negocio en general sean menos rentables.

Inevitablemente, el primer paso es asegurarse de que el personal reciba la formación adecuada, que sepa utilizar correctamente el equipo y comprenda a fondo cada paso del proceso. Uno de los mayores problemas que afectan a la serigrafía es una técnica deficiente, ya que algunos operarios empujan la rasqueta en un ángulo tan agudo que no consigue impulsar adecuadamente toda la tinta a través de la malla de la pantalla.

Como regla general, debes procurar un ángulo constante de 75º: un ángulo demasiado alto hará que la tinta se acumule en la rasqueta, mientras que un ángulo demasiado bajo hará que se derrame la tinta.

Nota técnica: Al aplanar el ángulo, aumentas la superficie de contacto, con lo que se crea una mayor transferencia de tinta, pero se pierde nitidez (definición del borde) del depósito de tinta.

Es importante utilizar la malla serigráfica adecuada para el trabajo en cuestión y asegurarte de que dispones de toda la gama de mallas serigráficas que probablemente necesites. Existe una amplia gama de mallas diferentes, pero los impresores serigráficos a menudo intentan limitarse a un pequeño conjunto.

Así, las mallas altas de 200+ son adecuadas para medios tonos y líneas finas, mientras que las mallas de 110 son para depósitos más gruesos y acabados especiales.

Nota técnica: Estos números se refieren a hilos por pulgada: 110 y 200, y aparte de Estados Unidos y el Reino Unido, la mayor parte del mundo habla en sistema métrico, serían 78 hilos por cm o 43 hilos por cm de malla de criba.

Es igualmente importante conocer las características de cada malla, ya que si se utilizan mallas altas, se depositará menos tinta y, por tanto, el tiempo de secado será menor que si se deposita una capa gruesa de tinta.

También es importante dominar el uso de los medios tonos, que requerirán mallas más altas. Utilizados correctamente, los medios tonos darán lugar a resultados de mejor calidad, lo que puede dar lugar a más trabajo o justificar precios más altos. Los medios tonos también pueden ayudar a reducir el tiempo y los costes al poder mezclar distintos tonos del mismo color en lugar de tener que utilizar colores adicionales. Pero los medios tonos también son más complejos, ya que la interacción entre los distintos colores debe ser bastante coherente.

Otro problema típico es simplemente un mantenimiento deficiente. Es importante mantener todo limpio, ya que la tinta vieja puede endurecerse y obstruir las pantallas. Una zona de trabajo sucia hace más probable que manches tinta en el lugar equivocado y estropees trabajos que, de otro modo, serían impecables. El mejor consejo es que te mantengas a ti y a tu zona de trabajo lo más limpios posible.

La propia malla también debe mantenerse en buen estado, bien tensada y sin agujeros. Ni que decir tiene que las mallas deben mantenerse limpias para garantizar los mejores resultados. Es una buena idea inspeccionar regularmente la malla y sustituir las dañadas.

Otra causa común de problemas es la tensión de las mallas. Es especialmente importante poder mantener tensada la malla de la pantalla cuando se trabaja con pantallas de malla más alta y medios tonos.

Cuando las pantallas se aflojan, pueden surgir problemas para alinear las distintas pantallas, lo que provoca imágenes borrosas. A veces esto se debe simplemente a que la máquina no está a la altura del trabajo, o a que las piezas se han desgastado y hay que sustituirlas. Las mejores máquinas deben permitir microajustes para garantizar que todo esté bien alineado.

Un problema habitual con las tintas a base de plastisol es no mezclarlas correctamente, lo que es esencial para reducir el emborronamiento y conseguir la consistencia adecuada. Muy pocas tintas están realmente listas para usar con toda la gama de mallas diferentes nada más sacarlas de la cubeta. Las mallas altas necesitarán una tinta más fina que fluya con suavidad, lo que a su vez transferirá más tinta al trabajo y dejará menos limpieza.

Con las tintas al agua tienes que asegurarte de que tienes la cantidad adecuada de tinta. Muy poca tinta puede dar lugar a zonas irregulares, pero demasiada tinta en la pantalla puede provocar zonas manchadas, aunque esto suele solucionarse aumentando el ángulo de la rasqueta para que pase más tinta.

Cargar la malla de la pantalla de forma incorrecta produce una imagen invertida. Si hay un contorno doble, suele significar que la malla se ha movido entre el momento de colocarla e imprimir. Sin embargo, los contornos borrosos podrían indicar suciedad en la malla de la pantalla, por ejemplo de tinta seca o incluso polvo.

Normalmente puede despegarse cuando la tinta se ha secado. Pero también podría indicar que la tinta ha sangrado por debajo de la pantalla, lo que suele deberse a que se ha puesto demasiada tinta o a que la tinta en sí es demasiado fina y líquida. En algunos casos, la tinta puede sangrar bajo la pantalla, lo que generalmente significa que la tinta es probablemente demasiado fina (no lo bastante viscosa).

Por supuesto, es imposible eliminar todos y cada uno de los errores. En última instancia, la mayoría de los problemas pueden eliminarse mediante un mejor control del proceso, que puede ser tan sencillo como asegurarse de que el personal recibe la formación adecuada. En algunos casos puede ser necesario invertir en mejorar el equipo, pero naturalmente menos errores supondrán menos costes, con lo que mejorará el resultado final.