La Fórmula 1 es el deporte tecnológicamente más avanzado del planeta, y los últimos cambios radicales en las reglas han impuesto a los equipos toda una serie de nuevos retos.

La Fórmula 1 está a punto de salir de su parón invernal más corto en casi 40 años, por lo que habrá menos incertidumbre en torno al inicio de la temporada de este año en Melbourne.

Aunque no seas un amante de las carreras, ver a estos coches monoplaza recorrer juntos una pista a velocidades superiores a 200 mph puede ser sencillamente hipnotizante.

Ha sido una pretemporada en la que todo ha girado en torno al dominio continuado de un proveedor de motores sobre el resto, un resurgente Cavallino Rampante de Ferrari y un comienzo titubeante de McLaren-Mercedes, una de las mejores asociaciones de la Fórmula 1, pero este fin de semana en Melbourne veremos por fin cómo se perfilan.

Hace tiempo que sabemos que la impresión 3D es amiga de las carreras de F1. El proceso de diseño que se lleva a cabo en esos vehículos locamente rápidos ya se beneficia en gran medida de la tecnología impresa en 3D. La mayoría de los equipos utilizan este sistema para producir sus prototipos, llegando a imprimir hasta 900 piezas en 3D al mes. El año pasado supimos que el (ya desaparecido) equipo Caterham imprimía en 3D entre 800 y 900 piezas cada mes para acelerar el diseño y reducir sus costes.

Pero ahora parece que la tecnología de impresión 3D también está teniendo un impacto significativo fuera de los garajes del deporte. Los trofeos del primer premio de los Grandes Premios de Alemania y Gran Bretaña (en Hockenheim y Silverstone, respectivamente) se imprimieron completamente en 3D en 2014.

RePro3D, una joven empresa española, ha fabricado los primeros trofeos deportivos íntegramente a partir de técnicas de impresión en 3D, rivalizando en tecnología con los coches y pilotos a los que pretenden homenajear.

La empresa, con sede en Valencia, fabricó los trofeos utilizando tecnología SLS (sinterización selectiva por láser) y SLA (estereolitografía translúcida) para crearlos a partir de materiales de poliamida y resina. Después se pulieron, lijaron y trataron para obtener el resultado final. La empresa afirma que incluso las placas y los tornillos se adaptaron a la pieza y se imprimieron en 3D.

Todo esto tuvo que hacerse en completo secreto. Óscar Martínez, de la empresa, reveló que se les pidió que firmaran un acuerdo de confidencialidad de seis meses con el Banco Santander (un patrocinador clave de la Fórmula 1) antes de que esta noticia pudiera hacerse pública.

RePro3D también ha trabajado en la fabricación de componentes para vehículos, imprimiendo en 3D varias piezas del Koenigsegg Agera One. También fabrican piezas funcionales a medida difíciles de encontrar. Red Bull Racing también utiliza ya la impresión 3D de forma significativa para el desarrollo de sus coches.

En realidad, Red Bull Racing no imprime sus coches, ni siquiera sus piezas para el día de la carrera; sin embargo, está utilizando la impresión 3D en gran medida para piezas de prueba en 3D que se utilizan en una versión de prueba del 60 por ciento de sus coches. Los coches de prueba actúan como modelos para la aerodinámica, y la impresión 3D está ahorrando dinero a la empresa en comparación con formas de fabricación más tradicionales.

Antes de asociarse con 3D Systems en 1998, la escudería Lotus de F1 construía sus modelos de túnel de viento con fibra de carbono, placas de epoxi y metal utilizando métodos que requerían mucho tiempo y mano de obra. La impresión 3D permitió al equipo construir algunas de sus piezas directamente a partir de datos digitales y producir componentes en horas en lugar de semanas. La nueva tecnología también ha añadido ventajas a la nueva capacidad de Lotus para fabricar múltiples iteraciones de la misma pieza simultáneamente.

No hay duda de que la Fórmula 1 es un deporte pionero en el uso de la impresión 3D, pero deportes como el fútbol, el tenis o el esquí también están adoptando esta nueva tecnología.

Las últimas botas de Cristiano Ronaldo están totalmente impresas en 3D, y un par de botas de esquí impresas en 3D acaban de ganar el premio ISPO al producto deportivo, marcando un nuevo capítulo para los wearables impresos en 3D en la industria deportiva.

Fórmula 1 Es un mundo en el que los cambios e innovaciones más diminutos pueden significar la diferencia entre acabar en el podio o irte a casa antes de tiempo.

Por el momento, la impresión 3D la utilizan atletas y deportistas profesionales, principalmente por el coste y la experiencia que implica, pero los costes y complejidades de la fabricación aditiva están disminuyendo y la industria de la impresión podría encontrar una oportunidad en su experiencia de diseño, control de calidad, servicio al cliente y entrega con altos estándares.

Mientras esperamos con impaciencia la temporada 2015 de Fórmula 1, ¡piensa en las carreras que se disputan bajo el capó y en la imprenta!

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