Hay 2 verdades universales en la estampación de tejidos técnicos. En primer lugar, los tejidos base de estampación de mejor rendimiento son sintéticos. En segundo lugar, la UE quiere eliminar progresivamente los tejidos derivados de combustibles fósiles. Ambos hechos crean oportunidades y problemas que resolver para los impresores.
El poliéster ha sido un elemento básico de los tejidos PFP durante décadas: es barato, fácil de imprimir y mantiene bien el color. Aunque la fruta más fácil para cualquier empresa ha sido pasarse a los poliésteres reciclados, que reducen las emisiones en torno al 35%, siguen representando menos de la mitad de la producción mundial de tejidos de poliéster. Aunque hay poca diferencia en cuanto al resultado de la impresión por sublimación entre los poliésteres vírgenes y los reciclados, se ha registrado que los poliésteres reciclados desprenden más microfibras debido a la menor longitud de sus fibras y a su textura más rugosa.
Sin embargo, como el poliéster sigue representando más del 60% de la producción mundial de fibras, y el poliéster-elastano es la composición textil básica de la ropa deportiva, la mayor parte de la inversión hasta la fecha se ha destinado al reciclaje de mezclas de poliéster. Ahí es donde entran en juego la sublimación y la impresión digital, capaces de ofrecer una solución más sostenible. Carbios, el reciclador químico de polímeros, declaró en 2022 que para que un tejido de poliéster sea económicamente viable para el reciclaje no puede contener más del 15% de su peso en otras fibras o colorantes. En la ropa deportiva necesitamos tener tanto elastano en un tejido como podamos conseguir, por lo que reducir el peso de los tintes utilizados contribuye tanto al rendimiento final de un tejido, como a la circularidad.
La principal preocupación al pasar a una economía circular con la impresión sobre materiales sintéticos serán las tintas que se utilicen y cómo afecta eso a la reciclabilidad. Esto es algo que será importante tener en cuenta si utilizas un poliéster PET que viajará entre tejidos y envases, en lugar de mantenerlo en un sistema de fibra a fibra de bucle cerrado. Sobre todo porque el rPET sólo tiene valor real como polímero transparente. Aunque la UE se ha negado hasta ahora a dar a las empresas de envases como Nestlé y Pepsi el derecho preferente sobre el rPET, a medida que aumente la presión para que aumenten los porcentajes de su contenido reciclado, puede que sea necesario compartir más resinas entre las industrias para alcanzar los objetivos de circularidad.
Para lograr la eliminación rápida y a gran escala de los combustibles fósiles necesaria para limitar la catástrofe climática, necesitamos disponer de alternativas escalables. La UE está muy interesada en impulsar los plásticos sintéticos de base biológica como parte de su plan hacia la circularidad. Los plásticos de base biológica representan menos del 1% de los plásticos que se producen actualmente. Y conllevan sus propios retos de impresión. Muchas resinas de base biológica tienen una temperatura de teñido inferior a la del poliéster. Lo cual es genial si estás tiñendo sólidos, pero no tanto si estás imprimiendo. Aunque las opciones de tinta más sostenibles para imprimir digitalmente tejidos como el poliéster son los tóneres secos, siguen necesitando calor para transferir los colorantes. En cambio, son similares a las poliamidas en la medida en que responden mejor a la impresión por chorro de tinta. Pero con algunos retos cuando se trata de ajustarse a las normas de color de los sintéticos de base biológica. Los sintéticos de base biológica tienen algunas propiedades más deseables que los derivados del petróleo, lo que depende en gran medida de la materia prima. Pero todos son más caros que los sintéticos convencionales reciclados o vírgenes.
Ampliar estas alternativas para la impresión requiere paciencia, desembolsos financieros para realizar pruebas y una visión a largo plazo de las estrategias de materiales. No es algo que esté alineado actualmente con la carrera hacia los precios mínimos y los plazos de entrega más rápidos que estamos viendo en la industria hasta la fecha. Sin embargo, se avecinan cambios en los materiales y quienes puedan apostar ahora por nuevos materiales se beneficiarán en los próximos 5 años.
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