
Clare Taylor describe qué es ESG (medioambiental, social y corporativo) y si es relevante para las pequeñas empresas y los sistemas de información asociados.
En primer lugar, ¿qué es ESG? Lleva mucho tiempo existiendo con distintos nombres; con el tiempo ha pasado de ser algo ligeramente superficial a una forma de trabajar mucho más mensurable, y los informes ASG se están convirtiendo en un requisito legal para las grandes empresas de todo el mundo.
La abreviatura significa gobernanza medioambiental, social y (corporativa). Se utiliza para describir la gestión de una empresa de forma sostenible, teniendo en cuenta a las personas y al planeta además de los beneficios, y se aplica sobre todo a las grandes empresas para las que existen sistemas estructurados que describen lo que deben informar y cómo debe medirse. Al principio eran voluntarios, pero las partes interesadas, sobre todo los inversores, los esperaban. Ahora está aumentando la obligatoriedad de informar, con el objetivo de que se convierta en la norma, basada en normas y más parecida a la contabilidad e información financiera. En la UE, las empresas más grandes entran este año en el ámbito de aplicación de la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa, y la información debe publicarse en sus informes de 2025. Se están elaborando otras normas en otros lugares, y las normas mundiales se están alineando.
Aparte de los sistemas obligatorios de información, existen varios sistemas voluntarios bien establecidos, utilizados por las grandes empresas para medir e informar sobre sus propias actividades. Algunos sistemas de certificación, como B Corps, tienen estructuras de precios diseñadas para ser más accesibles a las empresas más pequeñas.
También existen sistemas de calificación utilizados por terceros como herramientas de toma de decisiones, a menudo para los inversores, incluidos los índices bursátiles como el FTSE4Good, que califican específicamente a las empresas según sus resultados en materia de ASG.
Relevancia para las pequeñas empresas
Aunque las valoraciones quizá no sean tan significativas para una pequeña empresa, y no haya las mismas presiones para informar, el concepto sigue siendo válido: la necesidad de averiguar qué es lo más importante para tus clientes, personal, vecinos y quienes tienen un interés financiero en tu empresa, como banqueros, aseguradoras y otros inversores. Y no sólo tenerlo en cuenta a la hora de tomar decisiones, sino también hacer que sea algo que puedas probar y demostrar, ya sea midiendo o por otros medios, como registrar los cambios realizados, las decisiones tomadas o los hitos o KPI alcanzados.
Importancia para tu clientela
Esta base de pruebas es cada vez más relevante, ya que el aspecto normativo implica que las empresas con obligación de informar deben demostrar que miran hacia abajo, y no sólo a los proveedores directos, sino también a los que están más abajo en la cadena, para evaluar los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad.
También hay un elemento de gestión del riesgo más allá del aspecto legal. La preocupación de los consumidores por el cambio climático, los ríos sucios, la pérdida de fauna y flora silvestres, los derechos humanos y la equidad en general puede dar lugar a boicots de productos o a otras formas de demostrar sus sentimientos. Tanto si vendes directa como indirectamente a los consumidores, comprender y gestionar cualquier riesgo potencial es autoprotección, además de ética.
Esto implicará examinar tu propia cadena de suministro: puede que estés pagando a tus trabajadores salarios adecuados y cuidando bien de ellos, pero ¿sabes si tus proveedores hacen lo mismo? ¿Gestionan los riesgos medioambientales, o podrían ser un riesgo para tu reputación y la de tus clientes?
Implicar a tus trabajadores
Demostrar que gestionas las cosas importantes también ayuda al compromiso de los trabajadores.
Los empleados que sienten que se les trata con justicia y que confían en que la empresa para la que trabajan se ocupa de las cosas que les importan tienden a ser más leales y más productivos. Pueden trabajar con la confianza de que no están contribuyendo a los alarmantes informes que oyen en televisión o ven en Internet.
Licencia de actividad
En un contexto más amplio, el de tu comunidad local, las autoridades locales y los grupos empresariales, demostrar que te cuidas equivale a «una licencia para hacer negocios»: se sentirán cómodos con que tu empresa esté allí.
La ESG es un viaje, no un resultado, y las grandes empresas se encuentran en fases diferentes. Puede que pase un tiempo antes de que aparezcas en su punto de mira si tienen asuntos más importantes que atender primero. Pero esto permite que también sea un viaje para las pequeñas empresas, y poder demostrar que sabes adónde tienes que ir y que estás avanzando por el camino es bueno para las relaciones con los clientes, el personal y todos los demás a los que afecta tu empresa.
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