Neil Felton, Director General de FESPA y Fundador de la Fundación FESPA, comparte la inspiración para crear la Fundación FESPA y cómo surgió.

¿En qué te inspiraste para crear la Fundación FESPA?
He sido Director General de FESPA durante 14 años. Durante este tiempo, hay dos cosas que nunca han dejado de sorprenderme de la industria de la impresión especializada: la increíble variedad de aplicaciones impresas vívidas que se exhiben en nuestras ferias, y la sensación tangible de una comunidad global con una pasión compartida por la impresión.

En mi trabajo he viajado a casi todos los continentes: a exposiciones en África, el sudeste asiático, Oriente Medio y Latinoamérica. A poca distancia de muchos de estos eventos, no puedes ignorar que hay comunidades muy necesitadas. Y puedes ver cuánto apreciarían algunos de los objetos que damos por sentados e incluso tiramos.

¿Qué convirtió esos pensamientos en acción?
Llevo tiempo pensando que debe haber una forma de canalizar para el bien la fenomenal impresión que se crea en nuestros eventos. Creo que todos odiamos que las cosas se desperdicien.

Algunos de nuestros expositores han donado impresiones de eventos a buenas causas, y hemos intentado fomentar iniciativas de mayor envergadura en las que participen varios expositores. Pero siempre ha sido difícil ampliarlas, establecer una forma de producir artículos que tengan un valor práctico real y luego distribuirlos donde realmente beneficien a las personas necesitadas.

La feliz coincidencia para mí fue oír hablar en un acto al increíble aventurero y humanitario Kingsley Holgate. Escuchando sus historias sobre el impacto de sus proyectos sanitarios y educativos en el sur de África, supe que ésta podría ser la conexión que finalmente convirtiera la aspiración en realidad.

¿Qué se siente al ver que la Fundación FESPA se hace realidad?
Tras muchos meses de planificación y debates, mucho trabajo duro de muchos miembros del equipo de FESPA y más allá, y con el apoyo de toda una serie de socios, es muy gratificante ver por fin que la Fundación FESPA cobra vida y lanza sus primeros proyectos activos.

Sin duda, uno de los momentos más conmovedores de mi vida fue ver las caras de júbilo de los niños de la Escuela Intermedia Evane de KwaZulu Natal, en Sudáfrica, cuando transformamos su escuela con impresiones donadas y otros artículos para enriquecer su experiencia educativa. Como padre que soy, fue una lección de humildad ver su alegría.

Y eso fue sólo un proyecto, posibilitado por un puñado de socios comprometidos en Sudáfrica. Estoy impaciente por ver lo que podemos conseguir cuando nuestra comunidad más amplia se una en torno a la Fundación FESPA.

Espero sinceramente que, juntos, podamos apoyar e inspirar a muchos cientos de jóvenes, mejorando su educación y sus comunidades, y construyendo cimientos firmes para una vida feliz y sana.